El Barcelona tiene un plan para cuidar a Messi

La suma importancia de Leo Messi en el Barcelona les ha llevado a elaborar un plan de dosificación hasta que regrese la Liga. El argentino es el pilar sobre el que se sostiene el conjunto culé esta temporada, siendo aún más determinante de lo que ya era en cursos anteriores. De cara a lo que resta de curso, los barcelonistas están tratando de cuidarle al máximo con el objetivo de reducir el riesgo de lesión, que se ha incrementado de forma considerable tras dos meses de poca actividad.

Los preparadores físicos de la plantilla han optado por que Messi se ejercite en solitario en el gimnasio en el entrenamiento del miércoles. Desde el club han destacado que el jugador no tiene ningún problema físico que haga saltar las alarmas. Se trataría más bien de un plan para preservar su estado de forma y evitar que se pueda romper antes de que se reanude la competición. Aun así, TV3 asegura que el delantero argentino es seria duda para el choque ante el Mallorca en la reanudación de la Liga. Esta información apunta a que Leo se habría sometido a una resonancia magnética para saber el alcance de la lesión muscular y podría ausentarse en el próximo partido.

Esta última temporada, el conjunto dirigido azulgrana ha sufrido más que nunca de la ‘messidependencia’. Pese a contar en su plantilla con jugadores de la talla de Griezmann, Suárez o De Jong, casi siempre terminaban encomendándose a alguna genialidad de su capitán para desequilibrar los partidos. Ante las malas experiencias que han sufrido esta campaña en su ausencia, desde la dirección técnica habrían elaborado un plan para arriesgar lo mínimo una vez vuelva la Liga.

Las 11 jornadas de Liga se agruparán en apenas un mes y medio, por lo que la carga de partidos será considerable. Con todo en juego, los jugadores deberán ir al límite y el riesgo de lesión se incrementará de forma considerable, pues hay que sumar además el calor sofocante, la falta de ritmo y de forma tras tres meses de parón.

Perder durante estas semanas a Messi supondría que dijese prácticamente adiós a la temporada. El Barcelona se vería obligado a encomendarse a Suárez, que viene de una larga lesión; a Griezmann, cuya aportación este curso ha sido prácticamente insignificante; y a una defensa que hizo aguas hasta antes del parón. Con lo que hay en juego, Setién tiene razones más que de sobra para arriesgar lo menos posible con el argentino.